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Ametralladora Gatling
Por Gizmo
A lo largo de la historia, la aparición de uno u otro
invento, nuevos materiales o máquinas han modificado la forma de vida del ser
humano. También sus ejércitos, la forma de hacer la guerra, y las tácticas
militares...
Así estoy convencido que la primera vez que un ejército
armado con armas de bronce se encontró con uno que las usaba de acero tuvo que
ser una sorpresa muy desagradable...
El uso de la caballería además de la infantería,
aparición de corazas, escudos, cotas de malla... arcos, ballestas su mejora y
la de sus proyectiles fueron otras sorpresas desagradables que en algún
momento, en alguna batalla, se encontró algún ejército en su contra...
... así como el uso bélico de la pólvora, en cañones,
morteros, trabucos, mosquetes, pistolas....
Entre la aparición de un invento
y el siguiente, la forma de hacer la guerra variaba muy poco, permanecía
inalterable durante mucho tiempo. Sin embargo, con la llegada del siglo XX las
guerras se modificaron ostensiblemente respecto a las anteriores, y se debe a
la aparición de dos artilugios que, además, terminarían asociados: la
ametralladora y el avión.
La ametralladora
Fue en 1861 cuando Richard Jordan Gatling patentó la
primera ametralladora útil: era un arma que podía cargar amartillar y disparar
por si misma mas rápido de lo que cualquier operador humano podría conseguir.
La ametralladora Gatling consistía en seis cañones independientes dispuestos circularmente
que giraban en torno a un eje común, gracias a la potencia suministrada por una
manivela movida a mano. El primer conflicto en ser utilizada fue la guerra
civil americana. Posteriormente fue adquirida por el ejército británico. Su
limitación era la necesidad de una fuerza externa y para el cambio de siglo
había sido sustituida por armas tales como la francesa Maxim, la británica
Lewis o la alemana Spandau cuya recarga se efectuaba gracias a la energía del
retroceso. Su aparición traería la llegada de un nuevo tipo de guerra,
estática, de trincheras y desgaste.
Wright Flyer (modelado por Javier Camacho)
Sir George Cauley es considerado
el fundador de la aerodinámica moderna. Estableció la forma que debía tener el
perfil de un ala, y la forma básica de un aeroplano, y llegó a construir en
1853 un planeador, tripulado por él y su acongojado cochero... Y Otto
Lilienthal el que entre 1891 y 1898 voló diversos tipos de planeadores, que
controlaba cambiando el centro de gravedad de la aeronave balanceando sus
piernas. El avión estaba apunto de nacer, tan solo le faltaba un motor
eficaz... Y Lilienthal murió por una mala ráfaga, poco antes de instalar un
motor de gasolina a una de sus aeronaves. En 1890 el ingeniero francés Clement
Ader daría un salto de 50m en su “Eole”, con motor a vapor de su invención y
dos hélices contra-rotatorias (cosa que elimina los problemas de par...)
movidas por cadenas, similares a las de las bicicletas. En 1897 hizo un vuelo
de demostración de 300m, frente a las autoridades del ejército francés (que no
demostró interés alguno por el aparato), para terminar estrellándose... En
julio de 1903, desde una casa flotante en el río Potomac (Washington DC), fue
lanzado lo que creo podemos considerar el primer avión embarcado de la
historia: el “Langley Aerodrome”. Propulsado por un motor de gasolina, de
52.4hp y 94.3kg, se estrelló directamente contra el agua. Habría que esperar al
17 de diciembre de este año, para que Wilbur y Orville Wright volaran su famoso
“Flyer I” en la playa de Kittihawk. Por fin la aviación había nacido, y la
carrera por el “más rápido, más alto, más lejos” había comenzado.
El Avion III
de Clement Ader, Clement Ader y el Eòle
Antes de continuar con nuestra
historia de cómo se unieron la ametralladora y el avión... ¿me permitiréis
repasar unas citas curiosas que he encontrado por ahí? Veamos...
El vuelo aéreo es una de esa
clase de problemas al cual el hombre nunca podrá hacer frente.
Simon Newcomb, 1903
Una fantasía popular es el
suponer que máquinas voladoras puedan ser usadas para arrojar dinamita sobre el
enemigo en tiempos de guerra.
William
Henry Pickering, 1908
La resistencia del aire
aumenta en proporción al cuadrado de la velocidad y produce trabajo en
proporción al cubo [de la velocidad]... Es claro que con nuestros actuales
dispositivos no hay ninguna esperanza de que el avión compita en carreras de
velocidad con nuestras locomotoras o automóviles.
William Henry Pickering, 1910
El aeroplano es la invención
del demonio y nunca jugará ningún rol importante en un asunto tan serio como la
defensa de una nación.
Sir San Hughes, Ministro de Defensa
Canadiense, 1914
El director de Aeronáutica
Militar de Francia ha decidido descontinuar la compra de monoplanos, ya que su
lugar será ocupado enteramente por biplanos. Esta decisión prácticamente hace
sonar la campana de muerte para el monoplano como un instrumento militar.
Revista Scientific American,
1915
Si se trata de hundir una
nave con una bomba, simplemente no puedes hacerlo.
Almirante Clark
Woodward, 1939
Creo que más de uno vivió para
tragarse sus palabras. Y ahora, seguimos...
Garrós y su
pájaro. En la hélice se aprecia el deflector
La ametralladora
y el avión
El avión crecía rápido, y tan
solo seis años después del vuelo de los Wright, el U.S. ARMY ponía en servicio
su primer avión, un Wright Model A. Poco después se empleaban por varios países
como puestos de observación privilegiados (reconocimiento) y se ensayó el
bombardeo. En 1909 Italia estrena el avión operativamente en guerra contra las
fuerzas turcas, como aviones de observación y bombardeando algunas posiciones
desde ellos, soltando las bombas ¡a mano!. Las mentes de los ejércitos aún no
los tomaban suficientemente en serio, incluso se les permitía “que asustaran a
los caballos”, pues para poco más servían.
En 1910 se disparó por primera
vez un rifle, desde un biplano Curtiss del U.S. Army, y un año después, el
Major británico Brooke-Popham consiguió montar una ametralladora en un
monoplano Bleriot. Se le ordenó desmontarla INMEDIATAMENTE. En 1912 otro
americano, Captain Charles de Forest Chandler, montó la recién inventada
ametralladora Lewis en un Wrigth Model B. Sin embargo, los militares aún no
concebían ni la utilidad ni la necesidad de estos dos inventos unidos.
Por fin en 1913, los británicos
presentaron en el Olympia Aero Show dos modelos diseñados como “cazas”. Pongo
la palabra “caza”, o en inglés “figther”, entrecomillada, pues no sería hasta
mucho después cuando se acuñaría este término (no, el Bristol Figther no
recibió este nombre por ser un caza, simplemente es un nombre). Ambos montaban
hélice impulsora, y una ametralladora en un montaje “flexible”, permitiendo
movimientos según la horizontal y la vertical.
Con la llegada de la Gran
Guerra, ambos bandos utilizaron sus aviones para reconocimiento, algunos incluso
podían realizar pequeños ataques con bombas. Sin embargo los encuentros de
aviadores de ambos bandos sobre el frente solía saldarse con un simple alabeo
del avión (el alabeo se utiliza como señal de saludo entre aviones en vuelo).
Como mucho se intercambiaban algún tiro con carabina o revólver. Incluso algún
aviador intentó derribar a otro del bando contrario arrojándole un ladrillo.
Sin embargo, el ingenio humano
se agudiza, y es capaz de llevar la guerra a cualquier parte. Pronto estos
aviones de observación montaron armas en el puesto del observador, y se idearon
otros aviones para derribar a esos “ojos” que delataban los movimientos propios
al enemigo.
Como norma general, los aparatos
de observación montaban una hélice tractora, y la ametralladora en el puesto
trasero. Sin embargo, los “cazas” se encontraban con que si montaban la hélice
tractora, las balas habían de o bien atravesarla, o bien pasar por encima o
debajo del arco descrito por la hélice. Muchos modelos, tales como el Airco De
Havilland DH-2, o el FB5 Gun Bus, optaron por montar una hélice impulsora,
despejando el frontal para el montaje de la ametralladora. Otros, como el
Niuport 11 Bebe (debe este apodo a su inofensiva apariencia, no obstante
procedía de un diseño de un avión de carreras), de hélice tractora, montaba la
ametralladora sobre el ala superior, de tal forma que las balas pasaban por
encima de la hélice. Aunque este montaje hacía peligroso su recarga.
Airco De
Havilland D.H. 2
En 1914 se produjo el primer
derribo por fuego de ametralladora: un avión biplaza de reconocimiento alemán
fue derribado por un Voisin francés, pilotado por Frantz y Quenaud.
El reto era conseguir montar una
ametralladora que disparara a través de la hélice. Las estructuras de los
aviones con hélice impulsora eran frágiles y producían bastante resistencia
aerodinámica, además de dejar el motor justo en el punto al que disparaba ese
maldito piloto que se colaba a las 6...
Los franceses inventaron un
mecanismo de sincronización. Sin embargo la ametralladora Hotchkins que
utilizaban era tan irregular en su cadencia, que siempre terminaba por serrar
la hélice a balazos. Por ello Roland Garrós inventó su deflector, montado en la
hélice, desviaba esas balas que impactaban contra la hélice. No fue una sorpresa
muy agradable para los alemanes, pero esta superioridad duró poco. Garrós fue
derribado, el mecanismo estudiado, y reinventado por Anthony Fokker, autor del
primer mecanismo de sincronización realmente funcional. El avión de caza
moderno había nacido.
Fokker Eindecker
E.I y Lockheed F.22: el primero y el último
Bibliografía:
·
The Greatest Book of Modern Figthers, edited by Mike Spick
·
Early Fighters, C. Chant
·
The World Worst Aircrafts, Billy Yenne