Aerotrastornados

 

Un sabio marciano especializado en la conducta humana, dedicó parte de su tiempo a la fauna que pulula por aeródromos y aeropuertos. Tardó poco en describir para la ciencia interplanetaria una nueva subespecie del Homo Sapiens. No sé si la bautizó Homo Sapiens Volans o si, plagiando un término acuñado por un conocido restaurador aeronáutico, le puso Homo Sapiens Aerotrastornatus. En la descripción de este nuevo hallazgo figuraban frases como:

 

«estos especimenes viven en permanente estado de ansiedad, que sólo remite parcialmente si consiguen interponer al menos unos centímetros de aire entre ellos y su planeta. Para dicho fin utilizan una amplia gama de artilugios mecánicos ruidosos a los que llaman avión, helicóptero o autogiro»

 

En el apartado de Subespecies Humanas de la Guía de campo para la identificación de la Fauna Terrícola, hallamos los dos o tres factores clave que permiten una rápida clasificación de la subespecie que nos ocupa, entre ellos un test gráfico al que hay que someter al individuo objeto de examen. En las instrucciones de empleo se lee:

 

«Si se muestra al sujeto ilustraciones de la más amplia gama de aerodinos posible, pidiéndoles su opinión, distinguiremos al verdadero aerotrastornado por el hecho de que jamás emplea adjetivos como feo, horrible, malo, etc. Por antiestético que sea el diseño en cuestión, dirá “curioso, extraño o rarillo”. Igualmente se referirá a un modelo de avión manifiestamente inestable como “delicado de volar, difilillo o nervioso”. En el fondo estos individuos están perdidamente enamorados de sus máquinas, les atribuyen cualidades humanas y suelen hablar con ellas a menudo...

 

AISA I-115 (historia de una bella y desdichada Garrapata que por culpa de un Tigre fue casi peor que la Monda)

Cristòfol Jordá Sanuy (socio protector FIO)

 

 

 

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